
La élite agroindustrial y su relación con el poder político en Ecuador
El actual presidente Daniel Noboa Azín forma parte de la élite empresarial del país. Su abuelo el señor Luis Noboa Naranjo, quién siempre tuvo conexiones con el poder político de la época, fundó en 1947 la Bananera Noboa S.A. Mientras que, en 1976 apostó por la diversificación de la cartera de negocios y creó la Industria Molinera S.A. A mediados de la década de los noventa del siglo XX, Luis Noboa falleció y el conglomerado se fraccionó. En 1997 surge Nobis Holding de Inversiones de propiedad de Isabel Noboa Pontón, la tía del presidente Daniel Noboa. Al respecto, se conoce que el grupo Nobis cuenta con seis unidades de negocio entre las que se destacan: agroindustria, inmobiliaria, centros comerciales, consumo masivo y agroexportación.
Por su parte, Álvaro Noboa Pontón, es el padre de Daniel Noboa, este controla más de 100 empresas que conforman el Grupo de Empresas Noboa y la Corporación Noboa, relacionadas con la producción de alimentos para el mercado interno, la agroexportación y la importación de insumos. El número de empresas y la diversificación de actividades económicas con las que cuenta la familia Noboa no es materia de este informe, pero, es relevante dimensionar el poder económico e influencia política que ostentan.
Ahora bien, al igual que Luis Noboa, Álvaro Noboa Pontón siempre mantuvo vínculos con la política ecuatoriana, este último salta a la palestra política de la mano del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) como titular de la Junta Monetaria en el gobierno de Abdalá Bucaram. Después de la caída de Bucaram, Noboa fue el candidato del PRE para las elecciones presidenciales de 1998, sin conseguir un lugar en Carondelet. Pero, como se conoce a nivel público, ese no sería su último intento, posteriormente, Noboa Pontón participó en cinco elecciones más.
La vida de Álvaro Noboa no estuvo exenta de polémicas. Al respecto, se destacan al menos dos aspectos: en noviembre de 2023, el entonces director del Servicio de Rentas Internas (SRI) Francisco Briones, informó que la Exportadora Bananera Noboa mantenía deudas en firme con SRI por un monto que ascendía los 88 millones de dólares. Por supuesto, este tema fue utilizado políticamente en la campaña electoral de 2023, la idea era afectar al entonces candidato Daniel Noboa. Aunque, el dilema ético no fue suficiente para truncar su ascenso a la presidencia de la república. Ya en 2024, y, después de estar casi ocho meses en el mandato -con claras intenciones de presentarse a los comicios de 2025- sobre los avances en el cobro de la deuda con el SRI se conoce muy poco.
Pero no es la primera vez que la familia Noboa enfrenta problemas con el SRI. De hecho, en 2009 durante el gobierno de Rafael Correa trascendió que la familia Noboa debía al Estado 99 millones de dólares, la deuda correspondía a la evasión del impuesto a la renta del 2005. En su momento, el empresario se negaba a pagar los montos imputados, a la vez que alegaba persecuciones políticas. Finalmente, y, después de varios años de conflictos, en 2013 se efectivizó el embargo de la hacienda bananera La Clementina.
Después de este hecho histórico, se buscó que los ex trabajadores y trabajadoras adquirieron el territorio. Para cumplir con este fin el Estado entregó un préstamo, así como asesoría técnica. Además, los trabajadores contaban con el apoyo administrativo de la empresa Koval. No obstante, en 2021 trascendió la noticia de que la hacienda La Clementina había regresado a manos del SRI. Aparentemente, los trabajadores y la empresa administradora no pudieron liquidar el préstamo al Estado. Así, en menos de una década el sueño de la asociatividad de las familias bananeras quedó inconcluso.
En segundo orden de cosas, la familia de Álvaro Noboa también ha sido señalada por organismos internacionales como Human Rights Watch, que ya en 2002 presentó el informe “Trabajo infantil y obstáculos a la libertad sindical en las plantaciones bananeras de Ecuador«. En otro documento, la misma organización da cuenta de una serie de vulneraciones registradas al interior de una de las haciendas propiedad de Noboa Pontón:
[…] la violencia se ha concentrado en el grupo de plantaciones de Los Álamos, en la costa del suroeste de Ecuador, donde al menos diez trabajadores en huelga fueron disparados por asaltantes el 16 de mayo. Los Álamos es propiedad de la Corporación Noboa, cuyo propietario es Álvaro Noboa […] el 25 de abril […] publicó […] la cosecha mal habida: Trabajo infantil y
obstáculos a la libertad sindical en las plantaciones bananeras en Ecuador […] se exponen […] los impedimentos a la sindicalización y el empleo generalizado de trabajo infantil en condiciones peligrosas en las plantaciones de banano de Ecuador […]
Daniel Noboa presidente, empresario, agroexportador y las precarias condiciones laborales en el campo ecuatoriano

Retomando el hilo conductor y la temporalidad de este informe, es preciso ubicarnos en el año 2024, cuando el heredero de los emporios agroexportadores del país ostenta el poder político y los mecanismos para acumular capital que han sido empleados por su grupo familiar a través de los años resultan evidentes. Durante el Gobierno de Daniel Noboa uno de los ejemplos más icónicos -pero no el más alarmante- vio la luz en mayo de 2024, cuando un grupo de personas que viven en la comuna de Olón, una población ubicada en la provincia de Santa Elena, denunciaron el inicio de un proyecto inmobiliario en el estero Oloncillo. Este lugar es considerado de gran importancia para la comunidad, especialmente porque alberga una especie fundamental para el cuidado de las costas frente al cambio climático: los manglares.
En el país es muy común encontrar proyectos de todo tipo en los que se ignora aspectos básicos a nivel ambiental. No obstante, esta iniciativa llamó la atención de la opinión pública porque la empresa VinAnzin S.A., impulsora del proyecto “ECHO Olon”, es propiedad de Lavina Valbonesi (actual esposa de Daniel Noboa). Desde 2022 la mencionada compañía se dedica a la comercializaciónde bienes raíces y realizar consultorías de marketing. En este sentido, se identifican dos aspectos claves con relación al conflicto de intereses y el uso del poder político para favorecer al poder económico: en primer lugar, la zona en cuestión es un área protegida desde el 2001; en segundo lugar, el MAATE, a través de su Dirección Provincial emitió los permisos ambientales para iniciar con la construcción de exclusivos lofts en tan solo siete días.
El caso no pasó desapercibido, después del escarnio público la Fiscalía General del Estado (FGE) abrió una indagación previa para revisar lo denunciado por la comuna y verificar si existió o no un delito ambiental por la tala de manglar en un área protegida y las responsabilidades de funcionarios del MAATE en la emisión del permiso ambiental. En este mismo orden de cosas, la Asamblea Nacional del Ecuador solicitó la comparecencia de la entonces ministra Sade Fritschi quién es la máxima autoridad ambiental en el país. Después de la exposición mediática y la crítica de ciertos sectores, la empresa VinAnzin S.A. declinó la ejecución del proyecto. Al igual que en otras ocasiones, Noboa intentó minimizar los hechos e incluso invitó a la FGE a realizar investigaciones. También argumentó que la polémica era parte de un plan de sus opositores de cara a las elecciones del 2025.

Una vez que el caso dejó de ser mediático, en el mes de junio de 2024 surgió otra polémica: un posible conflicto de intereses por la provisión de desayunos escolares. En esta ocasión, la Corporación Ecuatoriana de Alimentos y Bebidas ganó la subasta inversa publicada en el portal de compras públicas. Pero, esta empresa guarda relación directa con Isabel Noboa, la tía del presidente. De este caso no se habló demasiado y rápidamente quedó fuera del ojo mediático. Estos dos últimos casos, nos permiten entender cómo se articulan las lógicas de acumulación con el poder político, cómo tienden a monopolizar los espacios de producción, sin que esto signifique el anhelado “desarrollo” para las clases trabajadoras. En contraste, se encuentran las familias campesinas rurales quienes entregan su trabajo y vida al agro. Como veremos en la siguiente sección, lo hacen en condiciones sumamente precarias y de contado están excluidas del “desarrollo”.