
Fotografía: Vanessa Bósquez, 2024
Presentación
PresentaciónEl presente documento es el resumen del diagnóstico de conflictividad socioambiental relacionado con la extracción de recursos naturales para la provincia de Esmeraldas. El diagnóstico fue elaborado en el marco del proyecto “Apoyo de la UE para la prevención y resolución pacífica de conflictos socio-ambientales por la extracciónde recursos naturales”, ejecutado por la Comisión Ecuménica de DerechosHumanos (CEDHU) y el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP). El insumo fue elaborado por un equipo de personas que integrael Colectivo Geografía Crítica (CGC).
El diagnóstico en su versión más amplia contiene información actualizada relacionada con la problemática socioambiental en siete provincias de Ecuador: Imbabura, Cotopaxi, Bolívar, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Sucumbíos y Orellana. Por su parte, el equipo que integra el Observatorio de la Conflictividad Territorial del Ecuador (OCTE), recogió la información preparada por el CGC, a fin de difundir los problemas socio ambientales de Esmeraldas en su sitio web y en una versión impresa.
Introducción
El Observatorio de Conflictividad Territorial del Ecuador (OCTE) es un espacio de reflexión, en donde se recoge información pública sobre la creciente inmersión en lógicas de expropiación y despojo en Ecuador, principalmente registrados en territorios campesinos, indígenas y populares. Sobre el presente documento, el equipo que integra el OCTE debe mencionar que, en la versión ampliada se tejen varias dimensiones, con el propósito de componer una radiografía provincial que aterrice en los espacios de conflictividad. El diagnóstico parte de un relato general sobre la conflictividad que atraviesa la provincia. El equipo del CGC utilizó cartografía actualizada, para espacializar los principales vectores de tensión territorial. Los mapas ilustran cómo el caso Esmeraldas es paradigmático en las problemáticas socioambientales, dado que diferentes tipos de conflictos se superponen de formas complejas y violentas. Afectando directamente en el grado de exposición y vulnerabilidad de las personas que representan y lideran a las comunidades.
En el documento ampliado se presenta una caracterización socioeconómica básica para reflejar las condiciones de vida de la población. La caracterización permite entender mejor las dificultades cotidianas de comuneras y moradores en general, los desafíos que enfrentan para dar mejores oportunidades a sus familias, para mantener o mejorar sus medios de vida, o, para acceder a servicios básicos. Así mismo, en el documento ampliado se presentan algunos casos de criminalización, aquellos con mayor visibilidad o importancia. Mientras que, en el presente resumen se intenta transmitir los elementos clave del diagnóstico, para la provincia de Esmeraldas, utilizando para esto la siguiente estructura: caracterización territorial de la provincia; un esbozo de la conflictividad territorial a nivel provincial; criminalización y vulneración de derechos; rol del Estado en la facilitación y legitimación de las actividades extractivas en el territorio; y, finalmente, se presenta una sección de conclusiones.
1. Caracterización territorial de Esmeraldas

Fotografía: Vanessa Bósquez, 2024
La provincia de Esmeraldas se encuentra en la región noroeste de Ecuador y es una de las zonas con mayor biodiversidad del país. Limita al norte con Colombia y al sur con las provincias de Imbabura, Carchi, Pichincha y Manabí. Su geografía incluye zonas costeras, selvas tropicales y ríos como el Esmeraldas, Cayapas y Santiago. Esta configuración permitió el desarrollo de diversas actividades económicas, pero también, y debido a la expansión de la frontera extractiva, actualmente se registran conflictos socioambientales. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2022 del INEC, la población esmeraldeña asciende a 553.900 habitantes. La provincia, se caracteriza por teneruna fuerte presencia de comunidades afrodescendientes e indígenas, principalmente de las nacionalidades Awá, Chachi y Épera. A lo largo de la historia, estas poblaciones desarrollaron sistemas productivos tradicionales basados en la pesca, la agricultura y recolección. En décadas recientes la provincia enfrentó significativas presiones por la expansión de la agroindustria y la minería.
El cambio en el uso del suelo es un factor clave en la transformación del territorio. Además, la deforestación es un aspecto alarmante, pues, se observa una pérdida del 30% de los bosques desde 1990. En esta misma línea, la introducción del monocultivo de palma africana y la tala indiscriminada alteraron la ecología, pues, los impactos afectan negativamente a la biodiversidad y los recursos hídricos. A lo anteriormente descrito, se adhiere, la presencia de minería en el territorio, lo que en última instancia, produce mayor contaminación en los ríos, la tierra, el aire, poniendo en riesgo la salud de la población, especialmente por las nuevas restricciones de acceso a agua potable y a alimentos.
2. Conflictividad territorial en Esmeraldas
El mapa 1 ofrece una instantánea de los principales vectores de conflictividad territorial presentes en la provincia de Esmeraldas que se encuentran vigentes actualmente. Como se observa, la provincia está atravesada por la actividad petrolera (la refinería), agroindustrial (plantaciones de palma africana), agroexportación (cacao), minería y extracción de madera. Por otro lado, los capitales relacionados con estas actividades no pueden verse de forma separada entre sí. Las empresas de cada ramo están conectadas. Adicionalmente, y como veremos más adelante, la conflictividad se ve exacerbada por el aumento de la criminalidad y el narcotráfico. Esmeraldas, en cuanto región fronteriza y ruta comercial de la droga que sale por el pacífico, es afectada por la territorialización de las bandas, quienes muchas veces se involucran en actividades como la minería aluvial o la extracción de madera ilegal.

Fuente: MAATE, ARCOM
Elaboración: Colectivo Geografía Crítica, 2024
En el mapa 1 también se observa cómo varios de los conflictos socioambientales se sitúan dentro o en zonas colindantes a territorios indígenas y áreas de conservación. Por su parte, las concesiones situadas en las partes altas de los ríos en el oeste de la provincia, no reflejan la presencia de la minería informal a lo largo de ríos como el Santiago y el Cayapas. Sin embargo, y como veremos más adelante, esta actividad, practicada de manera artesanal durante décadas por las poblaciones locales, ganó en intensidad y en impactos a partir de la creciente presenci y participación del crimen organizado en la misma. Por otr olado, en los últimos 20 años, el agronegocio se expandió de forma importante en Esmeraldas. En el mapa 2 se ilustra la distribución de los principales cultivos en la provincia. Además de la palma, las plantaciones de cacao representan una considerable parte de la producción agrícola. Así mismo y como se observa en el mapa, en gran parte de las áreas de bosque, la explotación de madera supone una importante actividad extractiva.

Fuente: MAATE
Elaboración: Colectivo Geografía Crítica 2024
En los últimos 30 años las transformaciones espaciales acontecidas en la provinciaestán íntimamente ligadas con la consolidación de diferentes proyectos extractivoscomo modelo de acumulación. En este sentido, el avance de la deforestación en Esmeraldas es el producto de las formas de producción del espacio de las últimas décadas. En el mapa 2 se ilustra el avance de la deforestación en Esmeraldas desde la década de los 90. De 1990 hasta 2020, el 30% de los bosques de la provincia (unas 330.000 ha. aproximadamente) fueron deforestadas, principalmente para actividades agropecuarias (entre las cuales, las plantaciones de palma ocupan una parte significativa). Una deforestación que a todas luces comenzó por el oeste de la provincia, en torno ala carretera Esmeraldas – Santo Domingo, y que progresivamente se desplazó hacia la zona de San Lorenzo.

Fuente: MAATE
Elaboración: Colectivo Geografía Crítica 2024
Es importante mencionar que, la expansión de las plantaciones en esta provincia estuvo motivada por el relativo agotamiento de fertilidad del suelo en Pichincha y Santo Domingo, la aparición de plagas en los cultivos de estas provincias y los bajos precios de la tierra en Esmeraldas. La llegada del monocultivo también fue impulsada por la adaptación de la planta desarrollada por el INIAP y por la política crediticia implementada por el Banco Nacional de Fomento. En cuanto al desplazamiento de la palma africana hacia el noreste, en el cantón San Lorenzo, puede explicarse con motivos relativamente análogos a los de la llegada del monocultivo a la provincia. El primero de ellos tiene que ver con el papel del Estado: la reconversión de 40.000 hectáreas de bosque nativo en tierra agrícola (decreto 2691/2002) fue un gran incentivo para el arribo de las empresas, las cuales, además, encontraban terrenos mucho más baratos que en otros cantones. Adicionalmente, este movimiento estuvo motivado también por los problemas fitosanitarios asociados a la Pudrición del Cogollo (PC), enfermedad que supuso una drástica reducción (de casi el 50%) de la superficie cosechada en Esmeraldas en los últimos años.
Se estima que, en 1999 la superficie plantada en el cantón San Lorenzo superaba las14,000 ha. Según la información proporcionada por el MAATE, en 1990 la presencia decultivos de palma en el cantón era mínima, aunque para el año 2000 se observa suexpansión en tierras situadas alrededor de las carreteras principales. Para 2020, los datos del MAGAP estiman que la palma supera las 32.000 ha. en el norte de laprovincia. San Lorenzo es además uno de los espacios en donde las formas de penetración delas plantaciones fueron más violentas. Estos tienen que ver con la compra-venta fraudulenta de pedazos de tierra comunitaria. En comunidades como Barranquilla, la compañía Energy & Palm aterrizó tras comprartierras que la comunidad reclama suyas. La empresa alega que esta compra fue realizada a propietarios individuales y que sus títulos están en orden. En el siguiente mapa se ilustra parte de estas superposiciones que solo registra información hasta el año 2018. No obstante, la imagen tiene valor, porque permite ilustrar cómo las invasiones de las empresas van teniendo lugar a partir de propiedades colindantes.

Elaboración: Colectivo Geografía Crítica 2018
En el caso del mapa de 2018, los polígonos verde, rojo y azul, propiedad de Energy & Palm, entran a solaparse con el territorio comunitario. Se constató al menos la invasión de 240 hectáreas por parte de la empresa. Por su parte, los comuneros afirman que la compañía continúa adentrándose en su territorio. Energy Palm se aprovecha de la situación de vulnerabilidad jurídica del territorio comunal. Por su parte, y de acuerdo con varias declaraciones, los comuneros que se resisten a la entrada de la empresa son a menudo hostilizados y amenazados por funcionarios de la empresa y por agentes de la Policía Nacional.
El caso de Barranquilla ejemplifica muy bien las tácticas de penetración del capital palmero, rodeando los territorios de las poblaciones locales hasta obligarlos a aceptar sus exigencias. Es una suerte de táctica de asedio que también fue empleada en la comunidad de Wimbí, un poco más al sur que Barranquilla. En ese caso la empresa reclamó que la compra de tierras realizada en ese espacio es legal, llegando a tildar a los comuneros de invasores. Por su parte, el MAG y la justicia de San Lorenzo dieron la razón a la compañía, a pesar de las denuncias de la comunidad. Sobre este caso, la Defensoría del Pueblo encontró pruebas de que las tierras son inicialmente compradas por empresas madereras, quienes luego las transfieren a las palmicultoras. En este caso se observa cómo los capitales se entrecruzan.
En cuanto a la extracción maderera, Esmeraldas pasó por sucesivas fases históricas en las que la explotación de la naturaleza adquirió formas y preponderancias. Un claro ejemplo, son las concesiones de madera para la instalación de empresas dedicadas a la tala con fines comerciales, que inició a concretarse a partir de 1960. Inicialmente, la extracción de madera con fines comerciales se concentró principalmente en los cantones de Quinindé, Eloy Alfaro y San Lorenzo. La actividadse limitaba a los alrededores de las vías y de los ríos. Pablo Minda, un historiador ambiental que dedicado al estudio de esta cuestión, estima que desde 1966 hasta principios de los 80 la deforestación alcanzó al menos las 90.000 hectáreas en las concesiones forestales creadas en Esmeraldas.
Desde 1980 a los 2000 la extracción de madera creció vertiginosamente, superando las 300.000 hectáreas. En este periodo la deforestación se desplazó a la parte alta de los ríos Onzole, Cayapas y Santiago. El aumento de la deforestación en Esmeraldas responde -entre otras cosas- a la creciente demanda de la industria nacional del contrachapado. Así, el aumento de la demanda incentivó la construcción de una red de carreteras para conectar a Esmeraldas con otras provincias, así como, la inauguración del ferrocarril Ibarra – San Lorenzo, infraestructura que permitió la explotación de los ecosistemas. La extracción se desplazó al norte de la provincia, especialmente en las áreas que aún conservaban remanentes de bosque nativo.
Un aspecto clave de este proceso es que, con frecuencia, las estrategias de las empresas comercializadoras pasaban por disciplinar también a las poblaciones locales, involucrándolas en la tala. Esto afectó además de a las comunidades campesinas colonas, a comunidades afroecuatorianas y chachi. Las empresas negociaban localmente para conseguir la autorización y participación de las comunidades, ofreciendo caminos, empleos remunerados u promesas de compra de la madera extraída por los propios moradores. Esta última vía de hecho fue una de las más utilizadas por las corporaciones, dado que les suponía ahorros en transporte y mano de obra. De la década de los 2000 a la actualidad, la explotación maderera en la provincia sufrió una intensificación importante debido en gran parte a la consolidación de la infraestructura de transporte del periodo anterior. Las vías principales fueron mejoradas y se construyeron carreteras secundarias que penetraban en el interior, hasta los propios terrenos comunitarios.
3. Criminalización y vulneración de derechos en Esmeraldas

Fotografía: Vanessa Bósquez, 2024
No sorprende que, en la provincia de Esmeraldas, especialmente en aquellas comunidades afectadas por la expansión extractiva generada por la minería (legal oilegal), la tala de bosques nativos, el sostenido crecimiento de la palma africana y el cacao, la contaminación ambiental provocada por la presencia de una refinería de petróleo, se registren sistemáticas violaciones a los derechos humanos y de la naturaleza en espacios territoriales ocupados por familia campesinas, afrodescendientes e indígenas. Además de la criminalización de líderes y lideresas comunitarias por defender el territorio de los diferentes proyectos extractivos, las personas consultadas hacen referencia al uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades militares y policiales; en esta misma línea, se mencionó en reiteradas ocasiones las restricciones y barreras para acceder a la justicia ordinaria.
En este sentido, se conocen casos que ponen en evidencia el uso de la intimidación y la violencia como una estrategia para debilitar el tejido social y la resistencia comunitaria. Por ejemplo, en San Lorenzo, la empresa Energy & Palm fue acusada dedesalojos forzosos y amenazas contra comuneros que se oponen a la expansión del monocultivo de palma africana. Así mismo, en la comunidad de Barranquilla, miembros de la policía brindan acompañamiento a funcionarios de la misma compañía durante los operativos de desalojo, evidenciando una colusión entre el sector privado y el aparato estatal.
4. Rol del Estado en la legitimación de lasactividades extractivas en Esmeraldas

Fotografía: Vanessa Bósquez, 2024
Tampoco sorprende que, el Estado ecuatoriano haya desempeñado un papel ambiguo en la regulación de las actividades extractivas en todo el país, pero especialmente en la provincia de Esmeraldas. Esto a pesar de que, existen leyes de protección ambiental y derechos colectivos reconocidos en la Constitución de la República del Ecuador, en la práctica estas normativas no se cumplen o se interpretan de manera flexible para favorecer la inversión privada. Uno de los mecanismos más utilizados por el Estado para facilitar la expansión extractiva en Esmeraldas es la concesión de tierras sin consulta previa de las comunidades (ya sean indígenas o afrodescendientes). Por ejemplo, las empresas mineras y agroindustriales reciben autorizaciones sin respetar el derecho de los pueblos a ser informados y a decidir sobre el uso de sus territorios. El Estado también ha fallado en la fiscalización de las actividades extractivas. La minería ilegal Regulación y Control Minero (ARCOM). En el sector forestal, se han identificado numerosas irregularidades en la otorgación de permisos, permitiendo la deforestación de áreas protegidas.
5. Conclusiones
La situación de la provincia de Esmeraldas refleja un modelo de desarrollo basado en la explotación de los recursos naturales sin consideraciones ambientales, mucho menos sociales. La expansión de la palma africana, la minería y la explotación forestal desencadenaron una crisis socioambiental con graves consecuencias para las comunidades locales. En los últimos años, esta situación se vio exacerbada por la presencia de grupos de crimen organizado que suman un factor adicional: el uso de la violencia como mecanismo para vencer voluntades y ganar adeptos. Bajo este panorama, resulta lógico que el Estado ecuatoriano adopte políticas más efectivas para la protección de los derechos colectivos de las personas campesinas, indígenas y afrodescendientes que habitan la provincia verde. Lo incluye el fortalecimiento de mecanismos de consulta previa, el reconocimiento de los
territorios ancestrales y la implementación de estrategias de desarrollo alternativo para su población, que, dicho sea de paso, sobrevive en espacios territoriales carentes de oportunidades laborales y de limitados medios de vida. Finalmente, es urgente garantizar la seguridad de las personas defensoras de derechos humanos en la provincia. La criminalización de líderes comunitarios y la impunidad en los casos de violencia deben ser abordadas con medidas concretas que permitan la construcción de un modelo de desarrollo más incluyente.

Fotografía: Vanessa Bósquez, 2024