Introducción
La entrada de la minería en Las Naves no puede entenderse sin el constante bombardeo de mensajes por parte de la empresa Adventus Mining acerca de la falta de alternativas de trabajo e ingresos para la publicación local. Estos mensajes proceden en una doble dirección: por un lado, sitúan a la actividad minera como la única opción productiva para el territorio mientras que por otro, construyen este mismo territorio como un territorio de pobreza, de ausencias de proyectos y deseos por parte de los que lo habitan. De esta manera, la mejor opción para los habitantes de Las Naves, argumentan empresas y funcionarios, es esperar que la llegada de la mina y que ést riegue a la población con sus beneficios.
En publicaciones anteriores, hemos presentado las estrategias corporativas a través de las cuales este tipo de mensajes toman cuerpo para conseguir el acceso a la tierra y el desplazamiento de la población. También hemos visto cómo estos discursos están acompañados de prácticas de seducción dirigidas a comprar el consenso de la población local. En este texto, queremos abordar esta temática posicionando que territorios como Las Naves, representados como vacíos y carentes por parte de las empresas y el Estado, son espacios productivos en pleno derecho. Para ello, vamos a dar cuenta de la riqueza de la productividad campesina en el cantón, y de cómo la agricultura familiar ha permitido la continuidad inter-generacional de sus habitantes.
Una enorme riqueza productiva
La mayor parte del territorio de Las Naves, un 60% de su superficie, está dedicada a la agricultura. La ganadería ocupa las zonas más altas, totalizando un 25% del área total del cantón. Tenemos que recordar que esta ocupación del espacio es relativamente reciente: fue llevada a cabo por habitantes de las zonas altas de la sierra y de la provincia de Los Ríos en busca de terrenos para trabajar, a partir de la década de los 60 durante los sucesivos procesos de reforma agraria. Actualmente, la población de Las Naves es la tercera generación en vivir en este espacio y, especialmente para aquellos dedicados al campo, la disponibilidad de tierras todavía permite la continuidad familiar -justamente aquello interrumpido por parte de los procesos de minifundiarización en algunas partes altas de Los Andes.
Si bien el alto grado de ocupación agropecuaria del suelo es un buen indicador inicial, para poder aproximarnos más a las condiciones de producción campesina de Las Naves tenemos que examinar mejor la estructura de la tenencia de la tierra en el cantón. En la siguiente tabla recogemos una clasificación del tamaño de las parcelas del cantón, separadas por uso, y su representatividad en términos de superficie.
| Tipo de uso | Tipo de parcela | Rango de tamaño | Superficie aproximada | Porcentaje | 
|---|---|---|---|---|
| 
													Cultivo												 | 
													Parcelas pequeñas costa												 | 
													<= 10 ha												 | 
													7254 ha												 | 
													79.00%												 | 
| 
													Cultivo												 | 
													Parcelas medianas costa												 | 
													>10 a >=50 ha												 | 
													1834 ha												 | 
													20.60%												 | 
| 
													Cultivo												 | 
													Parcelas grandes costa												 | 
													>= 50 ha												 | 
													18 ha												 | 
													0.10%												 | 
| 
													Cultivo												 | 
													Parcelas pequeñas sierra												 | 
													<= 5 ha												 | 
													32 ha												 | 
													0.30%												 | 
| 
													Subtotal												 |  |  | 
													9138 ha												 |  | 
| 
													Pastizal												 | 
													Parcelas pequeñas costa												 | 
													<= 10 ha												 | 
													118 ha												 | 
													3.05%												 | 
| 
													Pastizal												 | 
													Parcelas pequeñas sierra												 | 
													<= 5 ha												 | 
													65 ha												 | 
													1.70%												 | 
| 
													Pastizal												 | 
													Parcelas medianas sierra												 | 
													>5 a <= 25 ha												 | 
													3683 ha												 | 
													95.27%												 | 
| 
													Subtotal												 |  |  | 
													3866 ha												 |  | 
Los datos de la tabla nos hablan del enorme peso que tienen las parcelas medianas y pequeñas en la producción agropecuaria de Las Naves. Estas parcelas son de propiedad familiar y en ellas trabajan las diferentes generaciones.
El cacao es el cultivo más extendido y con más peso en la economía campesina, representando el 49% de las áreas cultivadas. Le siguen otros cultivos como el pastizal plantado para la cría de ganado (25%), el arroz (3%), la naranja (2%) o el plátano (1%). Hay que tener en cuenta no obstante que muchas fincas cuentan con una producción muy diversificada por lo que el peso de estos últimos cultivos podría estar subestimado en los estudios del sigtierras que proporcionan estos datos.
 
															Adicionalmente, y como suele ocurrir en los sistemas de producción andinos, la distribución espacial de los cultivos guarda una gran relación con la altura. Mientras que el arroz, el cacao y el banano se sitúan en las partes más bajas, los terrenos con pasto dedicados a la ganadería tienden a ocupar las partes más altas del cantón. En este mapa ilustramos de manera aproximada cómo se reparten los cultivos a lo largo de Las Naves.
 
															Toda esta riqueza productiva está en riesgo con la instalación de la minería a cielo abierto en el cantón. En el mapa vemos cómo el tajo de la mina se sitúa en la parte más alta, de donde nacen los ríos que abastecen a la población y a los cultivos. La minería en Las Naves, lejos de suponer la única alternativa de ingresos, atenta directamente a los medios de vida de las personas, constituídos a través de décadas y cuya capacidad de fijar a la población en el territorio ha sido más que demostrada. Esto no quiere decir que la agricultura en Las Naves no tenga problemas o no precise de apoyos1. Sin embargo, plantear a la minería como única solución, estableciendo que, en palabras de un representante canadiense alineado con la empresa minera, “la agricultura no es suficiente”, es un ejercicio de cinismo y franca deshonestidad intelectual.
Una territorialidad más allá de lo productivo
Si bien lo productivo es un elemento central en el reconocimiento de la relación activa que los habitantes de Las Naves establecen con su entorno, esta relación tiene también otras dimensiones. Éstas pasan por las diversas formas a través de las cuales la población campesina del local se apropia de su espacio. Este ejercicio protagónico de su territorialidad es precisamente lo que es negado por parte de la empresa y los funcionarios públicos encargados de facilitar la entrada del proyecto minero.
Estas dimensiones tienen que ver, en primer lugar, con la continuidad de la vida cotidiana de Las Naves. Así, la ubicación de escuelas, centros de salud e iglesias a lo largo del cantón nos muestran cómo los espacios rurales del mismo están integrados en la reproducción de las relaciones sociales de sus habitantes. Son marcadores que nos hablan de un espacio ocupado por sujetos con visiones propias sobre su futuro y sus deseos.
Del mismo modo, la territorialidad campesina se relaciona con la ubicación de espacios de ocio y recreación. Estos espacios, asociados no por casualidad con ríos, bosques y cascadas, han pasado a ser también lugares de potencial atractivo turístico. Diversos productores con los que hablamos recorriendo los ríos que serán afectados por la minera nos comentaban sobre su interés en acondicionar alguno de estos sitios a modo de balneario, como una manera de dar a conocer el cantón y diversificar sus fuentes de ingresos.
 
															En el mapa de arriba mostramos la ubicación de todos estos marcadores de territorialidad. Ilustramos también la localización del proyecto minero. La consolidación de este último afecta directamente a los espacios a través de los cuales los moradores de Las Naves reproducen su cotidiano, por eso hablamos tanto de que la minería, en territorios tan biodiversos y socialmente heterogéneos, es incompatible con la vida misma.
 
								 
															


 
															 
															 
															 
															 
															 
															