La minería en Sucumbíos ha cobrado relativa fuerza en los últimos años, con una serie de concesiones recientes para la extracción de oro y otros metales en las partes altas de las cuencas de los ríos San Miguel y Aguarico, en territorio Cofán. En estas áreas se ha expandido también la minería aluvial de mediana escala, un actividad que en otras provincias como el Napo está generado impactos socioambientales devastadores.
En Sucumbíos, las comunidades indígenas han puesto en marcha procesos de defensa territorial que han logrado frenar momentáneamente el avance de la minería. En síntesis, la provincia se encuentra atravesada por tres vectores principales de conflictividad: el petróleo, el agronegocio (palma africana) y la minería, de alto potencial conflictivo. Además, durante los últimos años ha aumentado el control territorial ejercido por parte de grupos armados asociados al conflicto colombiano, asociados a varios de los vectores de conflictividad mencionados.