Los Ríos: históricamente una provincia agrícola, ganadera y fluvial

La provincia de Los Ríos se conformó recién en el año 1884, anteriormente formaba parte del gran Guayas, y, a pesar de configurarse como una nueva jurisdicción territorial, las dinámicas comerciales y los vínculos sociales entre estas provincias se mantuvieron vigentes a través del tiempo, quizás esto responda a que los afluentes hídricos que atraviesan el territorio fueran por mucho tiempo la vía de transporte y comunicación por excelencia. Por otro lado, es importante mencionar que, al igual que su vecina Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos es un espacio territorial que, desde su provincialización tuvo gran importancia geopolítica para el capital agro-industrial y exportador del país, esto debido a la calidad de sus tierras productivas (Landívar, López y Macías 2011, 101-102).
En este sentido, para la provincia de Los Ríos, el cacao fue una planta clave para insertarse en el “desarrollo” agroindustrial, de acuerdo con Pineo (2009) en 1900 Ecuador poseía más de 58 millones de árboles de cacao, de los cuales, en Los Ríos se encontraban alrededor de 31 millones. La creciente industria cacaotera de principios de siglo XX requería cada vez más de mano de obra campesina para trabajar; por este motivo, los grandes latifundistas sedujeron a campesinos de la sierra ecuatoriana. Por tanto, muchos indígenas y mestizos que se encontraban en condiciones de marginalidad y exclusión migraron e iniciaron procesos de reterritorialización y mestizaje. Para garantizar la mano de obra en sus territorios, los latifundistas utilizaron como estrategia la llamada deuda por peonaje (Pineo 2009).
Con el paso del tiempo, en el siglo XX en está zona del país sufrió nuevas transformaciones, precisamente en la década de los ochentas se registraron “huertas tradicionales con sistemas de policultivos […] para el autoconsumo familiar y para la venta de excedentes en los mercados locales” (Landívar, López y Macías 2011, 101-102). No obstante, los programas estatales que buscaban la “modernización del campo”, apostaron por la instalación de monocultivos, lo que en última instancia transformó radicalmente la forma de producir. Se empezó a producir intensivamente maíz, arroz, soya, sorgo y palma africana (Landívar, López y Macías 2011). Por supuesto, estos proyectos económicos favorecieron a un puñado de personas y poderosos grupos económicos, mientras se generaban procesos de despojo para pequeños productores que perdieron sus fincas por la presión para insertarse en estas dinámicas “modernizadoras”, en muchos casos las deudas adquiridas terminaron con la forma de vida de muchas familias campesinas.
Siguiendo la tendencia establecida por Santo Domingo, en el XX los monocultivos se diversificaron en Los Ríos teniendo nuevos enclaves de maracuyá, piña, teca, banano y palma africana; así mismo, esta provincia es productora de cárnicos y lácteos. No obstante, se observa que el banano y la palma africana tuvieron un crecimiento exponencial en la provincia. Aunque, la palma africana es uno de los principales motores del crecimiento económico “generando una alta rentabilidad a las empresas agroindustriales que concentran la producción” (Landívar, López y Macías 2011, 103).

Aspectos biofísicos y las principales actividades productivas de Los Ríos

Brevemente se puede decir que, la provincia de Los Ríos pertenece a la región costa del Ecuador, se ubica en la zona centro del país. La capital administrativa de la provincia es la ciudad de Babahoyo, y, la urbe más poblada es Quevedo. Tiene una extensión de 7.100 Km2, una altitud media de 50 msnm y una temperatura que oscila entre los 17° y los 40° C. Limita al norte con Santo Domingo de los Tsáchilas, al noroccidente con Manabí, al oeste y al sur con Guayas, al este con Cotopaxi y Bolívar. Por otro lado, el territorio provincial se caracteriza por “ser una zona cubierta por el cinturón de aluvión Santo Domingo-Bucay que baja de los Andes” (Pineo 2009, 253).
En cuanto a la pluviosidad y la temperatura de la provincia, los meses de lluvia van de diciembre a mayo, aunque en el norte de la provincia el promedio máximo de pluviosidad llega a 419 mm en el mes de abril, mientras que en el sur de la provincia el promedio máximo de publicidad corresponde 492 mm en febrero. La temperatura promedio al norte fluctúa entre los 25°C y 28°C, mientras que en el sur varía entre 24°C a 27°C. De tal forma que, la provincia de Los Ríos tiene un clima cálido y húmedo, que le otorga las condiciones ideales para la promoción de la agricultura y el comercio.
Por otro lado, la provincia debe su nombre a la gran cantidad de ríos, riachuelos y esteros que le atraviesan, estos nacen en la cordillera occidental de los Andes, entre los más representativos están: “el río Vinces (en cuyo sistema hidrográfico, el Quevedo-Vinces, se ubica el río Baba), el río Puebloviejo, el Catarama (que desde Ventanas hacia arriba se llama Zapotal) y el río San Pablo” (GLPR 2006 en Sasso 2009, 62). Todos éstos son afluentes del río Babahoyo y a su vez, forman parte de la cuenca del gran río Guayas, considerada la más grande del sur de América. La gran cantidad de agua disponible, sumada a la fertilidad de sus tierras y a una población históricamente relacionada al trabajo agrícola hacen pensar a Los Ríos como una provincia con un enorme potencial agrícola (GLPR 2006 en Sasso 2009).
En cuanto a los ecosistemas de Los Ríos, en el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la provincia (2015-2019), utilizando datos del Ministerio del Ambiente (2013) dio cuenta de un total de nueve ecosistemas: herbazal inundable ripario de las tierras bajas del Chocó Ecuatorial (7.119 ha); bosque siempre verde estacional de tierras bajas del Chocó Ecuatorial (6.963 ha); herbazal inundable ripario de tierras bajas del Jama-Zapotillo (5.122 ha); bosque siempre verde piemontano de Cordillera Occidental de los Andes (4.321 ha); bosque siempre verde de tierras bajas del Chocó Ecuatorial (1.979 ha); bosque siempreverde estacional inundable de llanura aluvial del Jama-Zapotillo (1.741 ha); bosque semideciduo de tierras bajas del Jama-Zapotillo (1.510 ha); bosque siempreverde estacional de tierras bajas del Jama-Zapotillo (185 ha); bosque siempreverde estacional piemontano de Cordillera Occidental de los Andes (56 ha).
Por otro lado, en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), se registra el Humedal Abras de Mantequilla, aunque no se la ubica bajo ninguna categoría de manejo o conservación. Aunque, en el año 2000 este humedal fue reconocido como un sitio Ramsar, tiene una superficie aproximada de 22.500 ha, es decir, es un humedal grande, aunque se encuentra en riesgo porque “en sus alrededores se asientan aproximadamente 80 pequeñas poblaciones […] formado por lagunas de inundación permanente y áreas de inundación temporal. Recibe flujo del río Nuevo y de aguas subterráneas, pudiendo llegar hasta 50 millones de metros cúbicos de agua en la temporada de mayor inundación” (Bird Life 2005).
La permanente presión antrópica de este humedal proviene de múltiples agroindustrias que acaparan, contaminan los recursos hídricos, que va muy de cerca de un acelerado cambio en el uso del suelo, pautada principalmente por la producción de arroz, maíz, así como el sostenido incremento de pastizales para alimentar el ganado. Por otro lado, es importante mencionar que en la provincia existen al menos 66 mil hectáreas de humedales sin estar bajo ninguna categoría de conservación. No obstante, el GAD provincial de Los Ríos (2015) refieren otras tres áreas protegidas: en primer lugar, el bosque protector Daule-Peripa con una extensión de 17.790 ha, aunque a decir del GAD, el área se encuentra muy alterada debido a efectos de la quema y deforestación. La segunda área protegida reconocida por el GAD de Los Ríos es el bosque protector Murocomba que tiene una superficie de 9.867 ha, y, a pesar de que se encuentra medianamente alterado, se identificaron áreas de bosque primario con abundante flora y fauna. La última área protegida la constituye el bosque protector Gineales Samama y Mumbes con 3.019 ha, el mismo tiene un alto nivel de afectación.
Después de identificar el número y el estado de conservación de los espacios naturales protegidos, se puede concluir que la conservación en la provincia de Los Ríos no es una prioridad, ni para los gobiernos locales, ni para los estamentos nacionales. Esta realidad territorial está articulada a la forma en que se concibe a la vecina provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, es decir, un territorio para colonizar y dominar, para producir y desarrollar economías de plantaciones.

Principales actividades productivas de la provincia de Los Ríos y la conversión del uso del suelo

Tomando en cuenta una serie de elementos como las condiciones naturales, la ubicación geográfica, el clima tropical monzónico, la cantidad de precipitaciones, la temperatura media, el tipo de suelos y las amplias planicies de la provincia de Los Ríos (GPLR, 2006 en Sasso 2009), sumados a factores sociales y culturales hacen de este territorio un lugar ideal para el desarrollo agroproductivo. De tal suerte que, algunos grupos económicos se establecieron en el territorio, acaparando los recursos, aunque, la concentración de tierras en pocas manos no es novedad en la provincia, de hecho, esta forma de producir atraviesa la historia de la provincia (Sasso 2009, 64). Precisamente, un claro ejemplo lo constituye Rey Banano del Pacífico, empresa también conocida como Reybanpac, la misma que “cuenta con 45 propiedades (con) […] 9.299 ha” (Zapatta 2007 en Sasso 2009, 65).
En cuanto al uso del suelo, en 2019 en Los Ríos el SIPA registró casi 235 mil ha cultivos permanentes, más de 190 ha de cultivos transitorios y barbechos, casi 88 mil ha de montes y bosques, 44 mil ha de pastos cultivados, 34 mil ha de tierra dedicada a otros usos, 30 mil en categoría descanso, y, 15 mil ha consideradas como pastos naturales. En la tabla 1 se presentan las variaciones del uso del suelo para la provincia entre el 2015 y el 2019.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) a través del SIPA registra una treintena de productos agrícolas principales. Al igual que en la provincia de Santo Domingo, el abacá no es considerado en el listado de los cultivos principales de Los Ríos. En la tabla 2 se presentan los cinco principales cultivos para el periodo 2015-2019: cacao, maíz duro, arroz, banano y palma aceitera; siendo el maíz duro el que más ha aumentado las hectáreas de cosecha.
Para el año 2019 el INEC a través de la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (ESPAC) registró que la superficie con labor agropecuaria en Los Ríos se aproximaba a las 485 mil hectáreas, superando ampliamente a la provincia de Santo Domingo con 194 mil ha. Por otro lado, el cultivo permanente con mayor producción es el banano con más de 2 millones de toneladas en el año 2019. En este sentido, se destaca que “la producción anual de banano en Los Ríos representa el 36,05% respecto a la producción nacional de este cultivo; mientras que, la producción anual de maíz duro seco representa el 43,81%” (INEC 2019, 23). Para el mismo período, el segundo cultivo permanente de la provincia fue la palma africana con una producción anual de casi 580 mil toneladas (Ver tabla 3).
Así mismo, en el año 2019 la ESPAC reportó que Los Ríos es una de las provincias con mayor labor agropecuaria en el país. Por ejemplo, en 2019 la superficie plantada de banano a nivel nacional tuvo una concentración de 36,05% en Los Ríos; en el mismo año, el 34,42% de la producción de palma africana se originó en Los Ríos. En cuanto al cacao, Los Ríos aportaba el 21,25% de la producción nacional. Además, esta provincia lidera a nivel la producción de maíz seco con un 38,56% de la producción nacional; y, aporta el 25,68% de la producción de arroz. En cuanto a la ganadería, el INEC reporta 82 mil cabezas vacunas; casi 45 mil porcinas; 5 mil caballar; 2 mil mular; casi 500 ovinas; y, 400 asnal (INEC 2019, 23).

Por otro lado, en el año 2013 se inauguró en el cantón Buena Fe, en la parroquia rural Patricia Pilar el Proyecto Multipropósito Baba (PMB). Esta gran obra civil tiene una extensión de más de mil hectáreas, la misma tenía varios propósitos: en primer lugar, controlar las frecuentes inundaciones registradas en zonas agrícolas provocadas por el río Quevedo; en segundo lugar, abastecer de agua potable, riego y energía hidroeléctrica a varios poblados de Los Ríos, pero también a otras comunidades pertenecientes a las provincias de Guayas y Santa Elena (ubicadas en cuenca baja del río Guayas), e incluso a ciertas poblaciones de Manabí. Sin embargo, la ejecución de este proyecto no estuvo libre de críticas, pues, no se consideraron “los impactos ambientales y sociales […] en la cuenca alta, es decir, en Los Ríos” (Sasso 2009, 68). En este sentido, la obra generó nuevos procesos de desterritorialización y desplazamiento de poblaciones.

Bird Life International. 2005. Data Zone: Abras Mantequilla. http://datazone.birdlife.org/site/factsheet/14637

INEC. 2020. “Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (ESPAC) 2019”. Quito: Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censo. https://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/Estadisticas_agropecuarias/espac/espac-2019/Presentacion%20de%20los%20principales%20resultados%20ESPAC%202019.pdf

Landívar García, Natalia, Germán Jácome López y Mario Macías Yela. 2011. “La palma africana en la provincia de Los Ríos: negocio agro-empresarial, prebendas estatales y violaciones de derechos campesinos”. Utopía 2: 101-111.

Pineo, Ronn. 1994. “Guayaquil y su región el segundo boom cacaotero (1870-1925)”. En Historia y Región en el Ecuador:1830-1930, editado por Juan Maiguashca, 251-294. Quito: Corporación Editora Nacional.

Sasso, María Jimena. 2009. “Los Ríos, provincia de agua y tierra”. En El proyecto multipropósito Baba: disputas sobre desarrollo y sustentabilidad, 62-74. Quito: Abya Yala.

Torres Vinueza, Rossana Sofía. 2022. Desarrollo, racismo ambiental y esclavitud moderna en la agroindustria abacalera: el caso de Furukawa C.A. en las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos, en la costa del Ecuador. Tesis de maestría, Flacso Ecuador.

La misma población esmeraldeña que sufre el racismo y el empobrecimiento estructural desde hace generaciones, se encuentra organizada para defender sus derechos y medios de vida. Entre las principales entidades podemos situar a la Unión de Organizaciones Campesinas de Esmeraldas (UOCE). La UOCE viene sosteniendo por años un trabajo de formación política y agroecología con jóvenes y mujeres cuyos territorios han sido afectados por las camaroneras y las palmicultoras. También nos encontramos a colectivos como Mujeres de Asfalto, organización que integra a mujeres de la provincia que buscan incidir tejiendo espacios de construcción y deconstrucción feminista, en los que los derechos humanos de las mujeres y su implementación sean exigidos desde la incidencia efectiva con herramientas de innovación política y comunitaria.

La minería informal en Buenos Aires opera desde 2017. La extracción ilegal de oro conlleva una compleja organización social en la que están involcurados, de manera asimétrica, peones ecuatorianos, colombianos y venezolanos, bandas criminales y otros grupos encargados del transporte y el procesamiento del oro. Esta actividad se lleva a cabo en la conocida como mina vieja, área concesionada a la empresa australiana Hanrine, una de las grandes responsables de la conflictividad territorial presente en Buenos Aires. La minería informal trae consigo también formas de violencia mafiosas que pasan por la extorsión, los asesinatos y amenazas a aquellas personas que disputan las rentas generadas o a las que se oponen directamente a su presencia en Buenos Aires. Además, esta minería tiene efectos destructivos también en el propio tejido comunitario local, debido a que estimula el involucramiento de no pocas familias, quienes les proveen de servicios e insumos. De esta manera, la población queda polarizada alrededor de la minería informal, generándose conflictos que terminan con el grado relativo de cohesión social existente hasta entonces.

Buenos Aires está situada en el norte de la provincia de Imbabura, colindando con Esmeraldas, por detrás del volcán Cotacachi. Existen varias formas de llegar a esta parroquia, a pesar de su difícil acceso. La principal parte de una desviación a la altura del puesto de control de la policía en el KM de la carretera Ibarra-San Lorenzo. Con todo, también se puede llegar por Urcuquí, la cabecera cantonal, y por caminos no carrozables cruzando los páramos de El Piñan.
La formación de la cabecera parroquial comenzó en 1912, con la llegada de personas procedentes de Cahuasqui que huían de las condiciones de explotación y sometimiento impuesto por el sistema de haciendas. La parroquia se constituye como tal en 1941.

La empresa responsable por el proyecto el Domo es la minera Curimining. Sus accionistas son empresas mineras canadienses. La concesión del proyecto abarca alrededor de las 1500 hectáreas. Curimining planea extraer oro y cobre principalmente. Debido a la cantidad de minerales existentes, la concesión está catalogada bajo el régimen de mediana minería. Este proyecto es considerado uno estratégico por parte de las élites estatales a la hora de apuntalar a la minería como uno de los vectores principales de obtención de divisas, con la tendencia a la caída de las exportaciones petroleras.

Las Naves es un cantón con una producción agrícola campesina increíblemente diversificada. En sus fincas, las familias producen, entre otros, cacao, naranja, verde, banano, café, caña y limón. Además, crían ganado para carne y algunos productores han implementado proyectos turísticos, especialmente en las zonas de bosque, alrededor de cascadas y ríos.

La producción agropecuaria de Las Naves se ve beneficiada también por la relativa disponibilidad de tierras, por la fertilidad de sus suelos y por el clima favorable. Adicionalmente, y a diferencia de otras zonas rurales del país, los jóvenes campesinos de Las Naves tienden a quedarse trabajando con sus familias, dado que, la agricultura aún es un medio de vida que ofrece dignidad y perspectivas de futuro. No obstante, esta diversidad productiva está amenazada por la minería. La instalación del proyecto El Domo trae consigo el alto riesgo de contaminación de las fuentes de agua del cantón, lo que supondría un duro golpe para la continuidad de los medios de vida de gran parte de su población.

La ocupación del cantón de Las Naves es relativamente reciente. En ella confluyen diversos procesos históricos, entre los que destacamos la llegada de migrantes procedentes de las zonas altas de la sierra que salieron en busca de tierras para el cultivo a partir de la década de 1960. A Las Naves también llegó población oriunda de la costa en la segunda mitad del siglo XX que buscaba nuevos espacios en los que asentarse. Fue reconocido como cantón en 1992. Por otro lado, la minería también tiene antecedentes históricos reseñables en la región. En la década de 1990 la empresa Rio Tinto realizó varias exploraciones del potencial minero. Esta experiencia marcó un precedente, la empresa fue expulsada de las zonas en las que había incursionado y algunos de los líderes que encabezaron esa resistencia siguen presentes en la oposición al proyecto Curipamba – El Domo.

Las Naves es un cantón perteneciente a la provincia de Bolívar, ubicada en la sierra centro del país. Está situado en las faldas occidentales de Los Andes, y cuenta con un clima subtropical, con mucho calor y humedad. El cantón colinda también con la provincia de Los Ríos.

El proyecto minero pretende emplazarse en la zona alta, en una de las montañas más icónicas del cantón, conocida como El Domo. De este lugar nacen diferentes ríos que abastecen de agua a la población para su consumo y para el sostenimiento de la producción agrícola campesina no solo de Las Naves, sino también de Los Ríos.